viernes, 28 de octubre de 2011

Las bacterias resistentes, una guerra casi perdida.

Luego del descubrimiento de la penicilina y de otras drogas antibacterianas se creyó que finalmente, se había logrado desarrollar herramientas para vencer de modo definitivo a las bacterias causantes de enfermedades infecciosas. Esto fue una ilusión, ya que casi simultáneamente con el uso de los antibacterianos se constató la aparición de cepas microbianas resistentes a ellos. En ciertos casos, esta resistencia las volvió prácticamente invulnerables a algunos tipos de bacterias. La resistencia a las drogas constituye una grave amenaza para la salud humana. Para enfrentarla es necesario conocer a fondo cuáles son sus causas y que mecanismos están involucrados en su generación.

La aparición de bacterias con resistencia a antibióticos y otras drogas antimicrobianas fue, es y probablemente seguirá siendo uno de los grandes problemas de la medicina. Su causa es el mecanismo más básico de la evolución de los seres vivos: la mutación espontánea y la recombinación de los genes durante la reproducción, que al crear variabilidad permite que actúe la selección natural. Esto favorece el desarrollo de las variantes que mejor se adaptan al ambiente. Cuando las bacterias se desarrollan en medios que contiene una droga antibacteriana, sólo crecerán aquellas que por mutación adquirieron genes que confieren resistencia; mientras que no lo harán las que son sensibles a la droga. Este caso de selección natural hace que con el correr del tiempo todas las bacterias sean resistentes a la droga.

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